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"¿No hay que cambiarlo el mundo? La virtud, pues, es peor que inútil: es también un vicio. Si se necesita ser particularmente bueno es que algo va francamente mal. Maldita la época -sí- que necesita héroes y santos. No se puede transformar el mundo con la varita de masturbar nuestras virtudes: hay que derribar la Bastilla."
Santiago Alba Rico.

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18.5.09

Los autores italianos nunca han sido sencillos. Si no, que le pregunten a alguien que esté desentrañando algo de Pier Paolo Pasolini. Estos días me enfrento a Italo Calvino, y haciendo un repaso a lo poco que he llegado a conocer de él, y obviando sus circunstancias históricas y que no soy una experta... me llama la atención su ruptura del compromiso autor/lector. Según este compromiso, en general deberíamos "creernos" o atender como cierto lo que un autor inventa.

Il barone rampante (El varón rampante en España, creo) es tan absurdo y está hecho así tan a propósito, que no tienes más remedio que salirte de la historia, no creértela y pensar en ella con racionalidad. Es evidente que para él es más importante lo que nos está diciendo que lo que nos está contando. Tendrá su razón de ser y su utilidad, no lo niego, pero me molesta en cierto modo que me amputen así un relato, negándome de plano el aspecto lúdico/emotivo/bello del asunto. Es como si ya hubieran decidido por mi de antemano que prefiero conocer el truco antes de llegar a la sala de magia y verlo con mis propios ojos. O como si hubieran dado por sentado que no tengo inteligencia suficiente para discurrir en ambos planos, la razón y la fantasía.

Dejemos a Brecht los andamios desnudos.

6 comentarios:

Rubén Darío Carrero dijo...

Contigo no he podido estar más de acuerdo, es lo que me fastidia, por ejemplo de Cortázar; es algo que mucha gente no entiende.

Saludos.

Y a Brecht dejémosle lo imprescindible.

natalia manzano dijo...

Cierto, muy pocos pueden verlo. Pero para mi está tan claro que molesta.

Blkn dijo...

Joder... Os colgaría por soltar eso de Cortázar.

Claro que lo que dices, amante de la asfixia simulada, es una versión suavizada de lo que yo opino de gente como García Márquez y sucedáneos (bazofia). Y me voy a callar porque acabarían prohibiéndome la entrada a toda sudamérica...

De todas formas piensa que muchos autores escriben "para ellos" y la publicación es simplemente un modo de hacer rentable un acto egoísta. ¿Compromiso autor-lector? A muchos se la trae al fresco.

Si quieres mi cutre-opinión ampliada me vas a tener que invitar a algo.

natalia manzano dijo...

Quiero concretar que me refería a un período de Calvino, que yo a Cortázar no lo conozco bien y de lo que no sé no hablo.

Es lo del extrañamiento forzado lo que me repatea, y en algún caso concreto, no en general.

Unknown dijo...

Y ahora es cuando yo digo:

1º)creo comprender a Cortázar y me encanta. De hecho, me encanta desde antes de creer comprenderlo.

2º)García Márquez se merece, sin lugara dudas, todos mis respetos (tiene obras maestras).

3º)me encanta la literatura hispanoamericana. Tengo la impresión de que si me pusiera a hablar, a mí me prohibirían la entrada a Europa. España, como mínimo.

4º)no tengo ni idea de Italo Calvino.

Y ya está. Esto da para debate.

Cortázar for president.

natalia manzano dijo...

Nos estamos saliendo del tema. Nos estamos saliendo del extrañamiento. Nos estamos saliendo de lo que conocemos para hablar de lo que no conocemos de forma que no sé explicarme bien si no hay más tiempo de por medio.

Yo me estoy saliendo de Calvino para meterme en Stefano Benni. Como dice Calvin el de Calvin & Hobbes: "Voy a la escuela, pero nunca me enseñan lo que realmente quiero aprender".

"¡Por un fusible y un rotor! Es una advertencia al lector: las cosas van mal, pero irán peor. Digan lo que digan, éstos gripan mejor que Reagan. La humanidad no para de avanzar: primero vino Felipe y ahora tenemos a Aznar. ¿Por qué no me dejan participar? ¡Por un cable y un pistón! ¡No acepto la jubilación! ¿Por qué no me dan un nombramiento? Volveré, lo garantizo, y globalizaré hasta el granizo. jajajajaja. ¡Qué mala, pero qué mala soy!

Prólogo de la Bruja Avería en El Libro de la Bola de Cristal,
por Santiago Alba Rico.