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"¿No hay que cambiarlo el mundo? La virtud, pues, es peor que inútil: es también un vicio. Si se necesita ser particularmente bueno es que algo va francamente mal. Maldita la época -sí- que necesita héroes y santos. No se puede transformar el mundo con la varita de masturbar nuestras virtudes: hay que derribar la Bastilla."
Santiago Alba Rico.

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4.5.09

"voz seca que no conoce
el silencio
que sólo hiere a su dueño
".

Pedro Casariego Córdoba.

Si algo he aprendido últimamente es que las únicas palabras que jamás dirá un auténtico caballero son: "de acuerdo, pero porque soy un caballero". Es la forma más ruín y falsa de perdonarle la vida a alguien, y encima convencido de que se está en lo cierto.

Lxs caballerxs, ya que nos metemos en esa forma de ver la vida dejando de lado tantas otras más anárquicas, son en mi opinión, los que más callan. En eso consiste la elegancia, creo yo, en saber ceder desde la humildad que confiere el saber que lo hacemos porque queremos. La honestidad y el amor propio que vienen de tener el sincero convencimiento de que no hace falta tener razón para ser grandes. Lxs caballerxs que yo conozco no se quejan por esperar cinco minutos, no se quejan por una piedrecita en el zapato, ceden el asiento y el paso como lo haría un maestro zen, sin llamar la atención sobre ello, agradecidos de tener la oportunidad de poder hacer el favor y sobre todo callan con estoicismo todo lo que podría hacer daño o molestar a otros, aún incluso poniendo su propia herida en ello.

Eso si quieres ser unx caballerx. Que conste que sé que en la vida hay más cosas. Basta con no mentarlas ni invocarlas mezquinamente para autoconvencerse de ser mejores cuando perdemos y no tenemos razón, para que no sean exigidas por mi parte.

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"¡Por un fusible y un rotor! Es una advertencia al lector: las cosas van mal, pero irán peor. Digan lo que digan, éstos gripan mejor que Reagan. La humanidad no para de avanzar: primero vino Felipe y ahora tenemos a Aznar. ¿Por qué no me dejan participar? ¡Por un cable y un pistón! ¡No acepto la jubilación! ¿Por qué no me dan un nombramiento? Volveré, lo garantizo, y globalizaré hasta el granizo. jajajajaja. ¡Qué mala, pero qué mala soy!

Prólogo de la Bruja Avería en El Libro de la Bola de Cristal,
por Santiago Alba Rico.