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"¿No hay que cambiarlo el mundo? La virtud, pues, es peor que inútil: es también un vicio. Si se necesita ser particularmente bueno es que algo va francamente mal. Maldita la época -sí- que necesita héroes y santos. No se puede transformar el mundo con la varita de masturbar nuestras virtudes: hay que derribar la Bastilla."
Santiago Alba Rico.

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30.1.09

caso omiso a la directriz de rendirse

quiero decir, después de todo este tiempo, que estaban ustedes equivocados.
que no era por mi bien, que no les dolía a ustedes más que a mi, que me hice mayor y sigo sin comprenderlo, que no había una sola forma de hacer las cosas, que no me calmé ni me relajé cuando me tocan lo que más quiero, lo que más importa, que sigo recordando aquel amor como una cosa importante porque se igual que sabia entonces que lo era, que no existia una sola esclavitud y una sola decencia, tampoco una sola forma de inteligencia, que no era imposible equivocarse sin que el mundo terminara, que despues de todo no fueron carne de presidio los soñadores, que no era la vida la sucesión de esa tristeza que ustedes eligieron, que los jóvenes no siempre eran escoria ni mediopersonas que tenian que mejorar, ni bandas de equivocados, que nuestras drogas no potenciaban el caos, sino la libertad de la mente, que nuestro placer casi nunca cambió para mal la vida de nadie, que a lo mejor si sabíamos lo que estábamos diciendo, sabíamos qué veíamos, sabíamos que queríamos desaprender a desenseñar cómo se deshacen las cosas y algunos lo consiguieron, que nuestros ojos vieron la directriz de rendirse y hicieron caso omiso. afortunadamente, somos una generación que le está dando la vuelta a las tristezas impuestas sin una razón.

2 comentarios:

vans dijo...

Lo has clavado, sí señora...
Besines

Unknown dijo...

Bonita última frase

(pronto pisaré Granada!)

"¡Por un fusible y un rotor! Es una advertencia al lector: las cosas van mal, pero irán peor. Digan lo que digan, éstos gripan mejor que Reagan. La humanidad no para de avanzar: primero vino Felipe y ahora tenemos a Aznar. ¿Por qué no me dejan participar? ¡Por un cable y un pistón! ¡No acepto la jubilación! ¿Por qué no me dan un nombramiento? Volveré, lo garantizo, y globalizaré hasta el granizo. jajajajaja. ¡Qué mala, pero qué mala soy!

Prólogo de la Bruja Avería en El Libro de la Bola de Cristal,
por Santiago Alba Rico.