.
"¿No hay que cambiarlo el mundo? La virtud, pues, es peor que inútil: es también un vicio. Si se necesita ser particularmente bueno es que algo va francamente mal. Maldita la época -sí- que necesita héroes y santos. No se puede transformar el mundo con la varita de masturbar nuestras virtudes: hay que derribar la Bastilla."
Santiago Alba Rico.

.

25.10.09

kinepolis


si me preguntaran, no sabría decir qué me gusta más de los centros comerciales: ¿los padres que llevan a patuleas de niños para descargarlos en el cine a que den por culo a otros porque pasan de ellos? ¿las colas para cenar comida de plástico en algún restaurande de comida rápida? ¿los gritos en multitud? ¿las masas de gente? vale, vale, no soy una persona de centros comerciales. me gustan las tiendas pequeñas a las que puedo ir andando. pero esta película merecía la pena.

la última vez (y primera) que puse el pie en kinépolis fue por una buena razón: iba de cerveza irlandesa hasta las cejas con un grupo de guiris surtido y de repente nos metimos de cabeza en dos taxis y a la bolera. Fue divertidísimo. Creo que alguna de las veces mi bola salió volando hacia atrás. No estubo mal para un miércoles por la tarde en el que planeaba regar las macetas.

4 comentarios:

el perro dijo...

Kinepolis sin cerveza o ron en petaca es otra cosa...

Anónimo dijo...

Lo de los familias, es lo que más odio. Domingo de cine y palomitas para cumplir como padres. Es el rito de los domingos, la zanahoria para someter toda la semana a sus hijos...

Y luego está lo de ir al centro comercial porque allí siempre hay algo que hacer. Quedar en el centro comercial, vamos. Poco emocionante...

Dara dijo...

Es que las macetas, las pobres, ofrecen tan pocas cosas por las que quedarse con ellas...

miau
de
caramelo
de
limón

Julio Castelló dijo...

Me quedé con ganas de saber qué película vacuna contra la vulgaridad...

"¡Por un fusible y un rotor! Es una advertencia al lector: las cosas van mal, pero irán peor. Digan lo que digan, éstos gripan mejor que Reagan. La humanidad no para de avanzar: primero vino Felipe y ahora tenemos a Aznar. ¿Por qué no me dejan participar? ¡Por un cable y un pistón! ¡No acepto la jubilación! ¿Por qué no me dan un nombramiento? Volveré, lo garantizo, y globalizaré hasta el granizo. jajajajaja. ¡Qué mala, pero qué mala soy!

Prólogo de la Bruja Avería en El Libro de la Bola de Cristal,
por Santiago Alba Rico.