Tengo suficiente educación como para disuadirme
a mi misma de hacer cualquier cosa.
a mi misma de hacer cualquier cosa.
Para deconstruir cualquier fantasía.
Para convencerme de abandonar cualquier meta.
Soy tan lista que puedo negarme cualquier sueño.
Asfixia, Chuck Palahniuk.
- ¿Esperas algo aquí? - alguien que acaba de llegar. Su acento extranjero me revela que ha estado moviendo ficha. Ha hecho muchos kilómetros para mirar algo distinto, para poder cambiar.
- Nada. Cuando no espero nada soy mucho más felíz. - respondo. Me mira y sonríe.
Y era tan sencillo que todo se pusiese en marcha que no saber que era sencillo es la única razón por la que no había movido hasta ahora la palanca. El tiovivo se ha salido de los rieles y en cada vuelta va hacia delante pero con algunos elementos que afortunadamente se repiten y otros que por mi podrían irse al infierno. Pero la música la pongo yo.
Dame personas que puedo respirar y embriagan, risa, retos, rusos muertos, tener esa conversación contigo al sol, comida de ese sitio tan bueno, todas estas oportunidades. Seguiré sin esperar nada, pero me pondré a ello. Me está gustando tanto el viaje que puede que empuje la palanca aún un poco más abajo para que todo vaya más rápido a ver si aún puedo ver mis pies que con el sube y baja de la barra a intervalos tocan y no tocan el suelo.
5 comentarios:
grande, pollahniuk
tramposo, también
pero qué bien que escribe
el jodío
una cosa de kazantzakis:
"No temo nada. No espero nada. Soy libre".
es su epitafio
no hay mal que por bien no venga
judith, la persona que me abrió la puerta a esa respuesta era un chico de Israel y estuvo hablando hebreo con su amigo cerca de donde estaba sentada.
¿suena raro, verdad?
tendrías que escucharlo
en la sinagoga
a dos mil por hora
y todo el mundo a su bola
shlm
buenisimo! te sigo leyendo!
Si no esperas nada, cuando aparece algo nuevo, la sorpresa es genial.
miau
en
tiovivo
(a toda velocidad)
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