

Yo te fotografié en Granada, tú me fotografiaste en Nápoles. Eso ya de por sí es un poema.
Sé que nadie jamás hará que salgas en una foto todo lo guapo que tú eres, pero creo que pude ver en ti en esa foto más cosas de las que yo misma era capaz de ver en ese momento. Me di cuenta después, cuando se me hizo el corazón de mirarte lo suficientemente grande como para contener la visión de una mínima parte de lo que eres. Y ya así eres guapo con avaricia.
Espero que se realicen todos tus sueños.
Ojalá que tu vida sea tan ilimitada como lo eres tú.
No creo en la navidad, pero sí creo en acordarme de ti.
1 comentario:
la verdad son pocas cosas.
acordarse, recordar, es una de ellas.
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