En ocasiones no hay maldad, ni dobles intenciones, ni causa-efecto, ni un ápice de lógica en lo que ocurre. A veces, la explicación más simple es la respuesta: nos encontramos ante alguien tan soberanamente imbécil que nos está perjudicando de forma ilógica sin obtener ningún beneficio a cambio."La navaja de Ockham, principio de economía o principio de parsimonia, es un principio filosófico atribuido a Guillermo de Ockham (1280-1349), según el cual cuando dos teorías en igualdad de condiciones tienen las mismas consecuencias, debe preferirse la teoría más simple a la más compleja".
*me abstengo de sarcasmos ulteriores o agradecimientos dedicados...
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