- Sí.- Entonces siéntate conmigo.- me dice Panero.
Y no me sorprendió nada la pregunta, una pregunta como esa es lícita a veces. Y no pude sentarme porque estábamos con el lío de la presentación de lo otro y había gente literalmente danzando en la trastienda, micros abiertos por golpes, audios que no marchaban y una inmensa cantidad de minutos de retraso.
1 comentario:
qué grande.
Publicar un comentario