si te acercas a mi, si por una vez te acercas y hablas conmigo, no me vengas con exigencias, no trates de decirme quién soy ni lo que quiero sin preguntarme, no asumas que te odio o te adoro, no esperes que me invente que tengo la llave que lleva a tus sueños o a tus pesadillas más terribles. no soy un oráculo, ni un número circense, ni unas vacaciones en un hotel con encanto, ni un confesionario abierto las 24 horas, ni una puta, ni sumisa, ni un polvo seguro, ni un cagadero. sólo soy una persona.

no digas que soy mala persona sólo porque no hago lo que tú quieres que haga. si hiciese todo lo que tú quieres que haga sería una idiota, una triste, una débil, una simple. ¿en eso consiste ser mala para ti? ¿en no dejar que me coacciones para traicionarme a mi misma? ¿quién querría que alguien así como tú que me valora según su rasero esté felíz conmigo? Yo no.