
uno de los primeros recuerdos de situación de represión de mi mente libre fue cuando empecé a tener pecho y la gente a mi alrededor debatía gravemente sobre si mis minipechos estaban ya lo bastante grandes como para que quitarme la camiseta en la playa fuera una catástrofe social equivalente a las ratas en un hospital...
recuerdo tan nítidamente las miradas y el calor... evidentemente, empezaba a terminarse el momento en el que ser invisible me permitía desplazarme ajena a normativas. ahora ya podía ser víctima de pederastas más sesudos que el que me persiguió durante horas una vez cuando tenía 8 años. ahora, por 3 centímetros de más o de menos de pecho, la culpa era mía. toda mía para siempre.
realmente, no creo que una niña de 12 años sea muy distinta de una de 11. sólo la mirada de los que tienen prejuicios puede convertir 12 meses en una barrera insalvable porque ya eres moneda de cambio en sus regladas mentes.
a mi me gustaba volar la cometa cómoda.
gracias, pornoterrorista, me liberas
f: tomada de pornoterrorismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario