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"¿No hay que cambiarlo el mundo? La virtud, pues, es peor que inútil: es también un vicio. Si se necesita ser particularmente bueno es que algo va francamente mal. Maldita la época -sí- que necesita héroes y santos. No se puede transformar el mundo con la varita de masturbar nuestras virtudes: hay que derribar la Bastilla."
Santiago Alba Rico.

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13.3.10

maridos... consiga uno antes de que se acaben

a ser posible, que sea de calidad inferior, un memo de campeonato sin sangre en las venas que te pague las facturas o un cabrón que te pegue hasta matarte y te permita dar pena y alcanzar esa maravilloso estado que todos deberían desear para sí mismos: "sacrificio y resignación cristiana". algo que diga "puedo atrapar un hombre, y sólo por eso soy una mujer con valor". así los demás irán a deprimirse a tu boda igual que tú te deprimiste contemplándolos en la de ellos. así todas las personas que ahora mismo tienen una persona a la que desprecian profundamente a su lado en la cama y soportan sus encías sin dientes y sus puntapiés sin quererlos te odiarán menos.

no elijas el amor, el autorespeto, la libertad o la independencia. no está de moda. elige la hipoteca compartida y el síndrome de estocolmo mutuo. serás aceptado por las personas que quieren que compartas su desgracia.

no me esperéis.

3 comentarios:

Vladimir García Morales dijo...

Casarse contigo no, pero convivir con tu inteligencia y tu naturaleza...

La virtud no cambia nada, es cierto. Por eso los amos de nuestra sociedad quieren siempre transformar la necesidad en virtud (porque lo saben y saben que así nada cambiará).

Pues nada, que sepas que -aunque normalmente en silencio- te sigo por aquí. Besos

Carmen dijo...

No me esperéis.

L_Y_R dijo...

:) que no me esperen a mi tampoco...

besos-

"¡Por un fusible y un rotor! Es una advertencia al lector: las cosas van mal, pero irán peor. Digan lo que digan, éstos gripan mejor que Reagan. La humanidad no para de avanzar: primero vino Felipe y ahora tenemos a Aznar. ¿Por qué no me dejan participar? ¡Por un cable y un pistón! ¡No acepto la jubilación! ¿Por qué no me dan un nombramiento? Volveré, lo garantizo, y globalizaré hasta el granizo. jajajajaja. ¡Qué mala, pero qué mala soy!

Prólogo de la Bruja Avería en El Libro de la Bola de Cristal,
por Santiago Alba Rico.